miércoles, 2 de enero de 2008

paisaje 9




I. Querido amigo / estimado estúpido:

El misterio es más fuerte que el destino. Puede abarcar el reino de la
caligrafía, les belles lettres, la conmiseración. Puede dominar universos
enteros, como las iluminaciones dementes de los tratados medievales. Allí
son los mundos tan diminutos. Los incunabula son mundos en miniatura,
acerrojados con cadenas y cerraduras que les han puesto los hombres y el
tiempo. Mundos bajo llave. Encadenados al misterio. Una cerradura más
firme que el destino. Fato profugus. No lograrás quedar libre. Sigue
leyendo, sigue escribiendo. Yendo hacia el fuego, robando el secreto de
los dioses.


II. La intimidación lo penetra todo

Si no das réplica a esta carta dentro de catorce días tres minutos siete
segundos, todo tu cuerpo se llenará de hormigas rojas y un bostezo de
niebla invadirá tu garganta. Esta es una cadena. Esta es una línea
ininterrumpida de. Esta, oh gran idiota, espèce de con, es una epifanía,
una jaculatoria, una revelación. Copia esta carta dos millones de veces en
quiasmo y haz luego trescientas copias de la cadena en transformación.
Elige doscientos nueve enemigos y diecisiete amigos, y también cuatro
personas del círculo íntimo de tus desconocidos. Prepara una lista de
remitentes en columnas. Sé tu destinatario. Nota bene: se admiten columnas
dóricas y jónicas, acanaladas o perladas, rematadas en acanto o capitel,
pero no columnas corintias. No me preguntes por qué. El misterio es
siempre arbitrario. En cuanto al estilo, puedes efectuar un tropo, una
mimesis o un zeugma, si así lo deseas. Si es que odias el lenguaje llano,
si es que te ha fascinado el eufuismo. Pero sinécdoques y metonimias,
nunca. No me preguntes por qué. El estilo es siempre arbitrario.



VIII. Trece modos de mirar a un destinatario

Llámame mirlo, llámame ruiseñor desatado, llámame agüero negro y
amarillo. Círculo sin principio ni fin. Promesa desencadenada. Un no
infinito. Finitud del verbo. Otro que permanece callado y a tientas. Eslabón
perdido. Atado al inevitable decurso de su hado. Domicilio desconocido.
Opacidad del misterio. Uno más en la larga serie de la tradición
epistolar. Lírica inconclusa. Manuscrito de dudoso valor.


Fabián Iriarte. con sutiles artimañas, Mar del Plata, dársena3, Colección "El pez de plata", 2005.

No hay comentarios: